Por Claudia Berbeo
¡Hola amigos de la comunidad RENATA y del mundo! Nuestro visionario de hoy es Juan Pablo Carvallo, Director Ejecutivo de CEDIA, la Corporación Ecuatoriana para el Desarrollo de la Investigación y la Academia, la red par de RENATA en el Ecuador.
Juan Pablo fue designado en su cargo en el año 2013, luego de haber sido un anti-CEDIA, pues no creía en las redes avanzadas. Fue Director de Tecnología de dos universidades del Ecuador, y en ese entonces veía a CEDIA como un proveedor de Internet barato, pues consideraba que nadie entendía de qué se trataba ni conocía los servicios que proveía a las universidades.
Es entonces cuando decidió dar un giro a la red y se enamoró de ella. En estos 5 años que lleva dirigiéndola, realizó una renegociación completa de sus capacidades, que le permitió reducir sus costos en más del 30% y triplicar la capacidad tecnológica a sus miembros. Así nos lo cuenta: “acordamos que cada centavo que yo lograba reducir en costos hacia ellos, se convertía en inversión de nuevas tecnologías para CEDIA. Los miembros me dijeron: no me bajes el costo, pero dame más servicios”.
Y es que para CEDIA, la infraestructura tecnológica es un accesorio, su enfoque mayoritario es la investigación científica. Del valor mensual que pagan los miembros de la red por pertenecer a ella, se crea un fondo con el cual se promueven proyectos y programas de investigación científica en Ecuador, gracias a los cuales se ha generado la producción de más de 200 papers científicos anuales y se ha logrado una grandísima sinergia de colaboración entre los investigadores del sistema ecuatoriano en la actualidad.
A continuación les compartimos apartes de nuestra conversación y las preguntas que Juan Pablo nos respondió, esperamos que las disfruten:
¿Cómo motivar el trabajo colaborativo entre los investigadores?
“No ha sido nada fácil pero hemos tenido un crecimiento exponencial en el número de proyectos que se presentan a CEDIA para ser apoyados mediante los diferentes programas, y considero que el éxito se debe a estos tres elementos:
- Paciencia, no es fácil convencer a los investigadores que trabajen en equipo, es un tema cultural. Hay que demostrarles que sí es posible y compartirles casos de éxito. Los primeros proyectos sirven como motor para que los investigadores vean que se puede.
- La credibilidad de la red: somos muy serios cuando nos comprometemos con nuestros investigadores, no nos atrasamos ni un segundo en nuestros compromisos ni en los recursos que entregamos, y hacemos un seguimiento muy riguroso de los proyectos que apoyamos.
- La plataforma tecnológica: se da como valor agregado al apoyo del fondo y es gracias a la cual, los investigadores se enfocan en sus proyectos y no tienen que estar preocupándose por la parte técnica. El apoyo tecnológico es grande”.
Luego le preguntamos a Juan Pablo, ¿cuál es el gran potencial y las oportunidades que las redes nacionales de investigación y educación – NREN (como los son CEDIA y RENATA), le aportan al desarrollo de sus países?
Y es entonces cuando se emociona, y con total decisión y actitud nos responde:
“Es que yo soy un convencido de que el futuro de la humanidad está en las NREN, a mí no se me ocurre oportunidad más grande para un país, de cambiar su idiosincrasia, su realidad, que con las NREN. Ellas tienen el potencial de cambiar a la sociedad por completo, no sólo a nivel de un país sino a nivel mundial.
CEDIA es la mezcla de tres mundos increíbles: la investigación, la tecnología y la gestión empresarial. Yo tengo una gran motivación porque este el primer trabajo que he tenido en la vida, en el que realmente siento que puedo lograr un cambio y un impacto positivo en la sociedad. El potencial de las NREN es ilimitado”.
Carvallo también no comenta acerca de sus planes con la Red colombiana:
“Hemos conversado con Luz Miriam, la Directora Ejecutiva de RENATA, a quien aprecio y admiro porque veo que es una mujer incansable y llena de ilusión que le ha puesto pasión a la Red. Pensamos en tener programas conjuntos, hacer convocatorias, trabajar en el desarrollo de nuevas tecnologías en servicio a la academia, en fin, hay muchísimas líneas futuras que podemos seguir desarrollando”.
¿Cuáles son los retos que tienen para este 2018?
“El más inmediato y duro es la vinculación con la empresa. El Ecuador no ha tenido una cultura fuerte en la colaboración Universidad – Empresa. Hay muchas iniciativas pero han estado sueltas y no han pasado más allá del papel. Necesitamos que nuestra unidad de vinculación realmente se convierta en un motor de articulación de oportunidades, de transferencia tecnológica y de investigación entre la academia y la industria, que podamos tener proyectos exitosos de beneficio industrial, comunitario, gremial, etc.
Esto sumado a los retos que normalmente tenemos, como mejorar la infraestructura, generar más conectividad, conseguir más fondos internacionales para los programas que manejamos, en fin.
El lema cuando hablamos con los profesores y con los investigadores es: se acabaron las excusas. Necesitas fondos, aquí tienes; necesitas capacitación, toma; tienes que investigar, aquí tienes la oportunidad; quieres vinculación, aquí te acercamos a las comunidades, a las empresas. Hoy hemos dado buenos pasos pero seguimos trabajando en ese sentido”.
¿Cuál consideras que es el elemento clave para que las redes académicas sean exitosas?
“Hay dos factores clave de éxito:
El primero, la independencia política. Tratar que las NREN no sean un ente gubernamental. No que no tengan vinculación con el Gobierno, por el contrario, es muy importante este apoyo y la visión gubernamental de un país, pero la flexibilidad que da ser independiente del Gobierno, permite trabajar en los aspectos técnicos y tener estabilidad para los programas que haces.
El segundo, es tener una visión técnica y una proyección clave de adónde se quiere llegar como red. Hay que tener programas que sean un valor agregado para las comunidades a las que queremos llegar”.
¿Cuál consideras que es el futuro de la investigación?
“Yo soy un creyente de las teorías de Alvin Toffler, autor de La tercera ola. Al igual que su visión, percibo una sociedad en la que la tecnología y el desarrollo estén en pro de la humanidad. En donde los seres humanos no tengamos que hacer trabajos riesgosos que nos alejen de nuestros amigos o familia, sino que sea la tecnología la que haga eso. Visualizo una humanidad avocada a pensar, a generar conocimiento, más conciencia humana, a valorar los sentimientos, las relaciones familiares, con los amigos, con la sociedad. Visualizo a los seres humanos siendo más humanos, hablando más, compartiendo más, pensando muchísimo y no haciendo trabajo manual, físico, de riesgo, porque eso estará destinado a la tecnología, a la maquinaria, a la robótica, a la inteligencia artificial, etc. Creo que esa es la dirección a la que nos deberíamos dirigir”
¿Qué nos falta en Latinoamérica para estar a la altura de las grandes investigaciones del mundo?
“Nos falta apoyo gubernamental y acceso a fondos que nos permitan realizar investigaciones muy avanzadas. Creo que en cuanto a la capacidad científica e inteligencia de los investigadores, no tenemos diferencia. Hay gente increíble en nuestros países. Yo he recorrido Ecuador y muchas universidades en estos años, y he visto las temáticas que trabajan y unos resultados que uno no se imagina. La capacidad investigadora es muy amplia.
Obviamente, tenemos muchas limitaciones. Nuestros sistemas académicos son todavía muy débiles, y los recursos para investigación y el acceso a créditos educativos, para innovación y emprendimiento todavía son restrictivos.
No obstante, tenemos gente de primera línea que es reconocida a nivel mundial, y en casi cualquier área temática”.
Por supuesto, no podríamos terminar esta charla sin conocer un poco más de la personalidad de nuestro visionario, líder de la investigación e innovación de Ecuador. Por esto le preguntamos:
¿Cuáles son sus Hobbies?
“Tengo varios, me encantan los deportes, especialmente el ciclismo, soy un asiduo seguidor de la liga española de fútbol, disfruto de mi casa, soy un hombre hogareño, mi adicción es mi familia, mis hijas. Me gusta la jardinería, las actividades manuales, la carpintería, la mecánica. Soy un aficionado al belenísmo, me encanta armar nacimientos y crearlos en las épocas Navideñas, algo que disfruto mucho con mi segunda hija, Natalia”.
¿Cuál es tu libro favorito?
“También tengo muchos, leo de todo, no sólo libros técnicos. La tercera ola de Alvin Toffler, fue un libro que me impactó mucho en algún momento. En otra época estuve atrapado con el realismo mágico de Gabriel García Márquez y sus Cien años de soledad. También me encantó Isabel Allende por muchos años. Luego pasé a otros actores menos conocidos como Ken Follett y su libro Los pilares de la tierra, el cual te muestra cómo fue la sociología del medioevo. Me encanta lo que tiene que ver con novelas de ficción relacionas con historia”.
Y por último, ¿cuál es tu película favorita?
“La sociedad de los poetas muertos. Es una película que me impactó mucho porque nos enseña que el maestro es un motivador, es una persona que tiene la capacidad de alentar a sus alumnos para que hagan cosas que no crean que tengan la capacidad de hacer.
Un día hablando con mi abuelito le preguntaba, ¿qué tengo que hacer para ser un buen profesor? Y él me respondió que no sabía mucho acerca de lo que tenía que hacer para ser un buen profesor, pero sabía muy bien cómo medir si eras uno: ¡tus alumnos tienen que saber más que vos, y si has logrado esto, eres un buen profesor!”
Esta charla estuvo cargada de emoción, de pasión por lo que se hace y por poder impactar una sociedad, de convencimiento acerca de la importancia de las redes académicas y de investigación para el desarrollo de los países.
Excelentes puntos de vista y opiniones. Muchas gracias Juan Pablo Carvallo por compartir tu energía, experiencia y visión con nosotros, eres sin duda alguna, ¡Un gran visionario para RENATA y el mundo!
Queridos lectores, a seguir aprendiendo y motivándonos, ¡Sin excusas para lograr nuestros objetivos! Hasta la próxima.
Fecha de publicación: 26 Marzo, 2018
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