El plagio en medio del auge de la IA. ¿Cómo encontrar un equilibrio?

El uso masivo de la inteligencia artificial prolifera con fuerza en el ámbito educativo en todo el mundo y aunque representa grandes oportunidades desde el punto de vista tecnológico, también se sitúa en una delgada línea entre el acceso indiscriminado a la información y lo que puede considerarse como plagio. Esta es una situación que pone sobre la mesa la ética y el equilibrio que debe existir para que el uso de la IA amplíe los horizontes de la tecnología sin convertirse en una herramienta que promueva o facilite el plagio, que como consecuencia,  vulneraría sin medida elementos tan importantes como la propiedad intelectual, y que iría en detrimento de la calidad y la integridad académica.

La tecnología es sin duda un instrumento con posibilidades impresionantes que facilita la vida de la humanidad en toda su extensión, sin embargo, ¿cuáles deberían ser los límites que establezcan un punto de equilibrio? este es tal vez uno de los cuestionamientos que han emergido con el uso cada vez más continuo de la inteligencia artificial generativa (IAG) en el ámbito educativo a través de plataformas como chat GPT que produce respuestas a prácticamente todo tipo de pregunta en un lenguaje casi igual al humano, pero valiéndose de un sin número de fuentes de información, lo que al final hace necesario un control del plagio en términos de la autoría de esos datos y la confiabilidad de las fuentes de las que provienen. El análisis al respecto ha tocado diferentes variables especialmente frente a su impacto en la educación, por un lado, desde los procesos académicos y de enseñanza, y por otro desde el enfoque de la ética.

El control del plagio, un debate entre la ética y el aprovechamiento adecuado de la IA

Aunque controlar el plagio, en líneas generales tiene una connotación ética y positiva, en el escenario del uso de la IA puede llevar a un análisis en el que la crítica no se hace esperar, desde el punto de vista ético, por ejemplo, el debate se sitúa en la importancia que tiene garantizar la calidad académica y la originalidad de los trabajos de los estudiantes, por otro lado frente a la violación de la privacidad de los alumnos y la falta de confianza en su honestidad, cuando este tipo de control tiende a ser excesivo. Así mismo, en línea con la originalidad y el respeto por la autoría, está el uso adecuado de fuentes, que para quienes no están en total acuerdo con el control, es una alternativa coherente y ética para evitar el plagio.

Otro elemento que ha sido objeto de cuestionamiento en el marco del control al plagio es su sistema de detección, que por supuesto supone una inversión que para muchos no debería anteponerse a medidas educativas y preventivas que generen conciencia y minimicen la prohibición.

En este escenario es clave encontrar un punto de equilibrio entre una cultura de aprendizaje que valore la originalidad y el respeto a las fuentes, pero que a la vez tenga la capacidad de abordar la problemática del plagio en una medida justa y efectiva.

Aunque es primordial encontrar ese punto donde se pueda mediar entre la tecnología y la educación, siempre encontraremos fuertes cuestionamientos  frente a plataformas de IA como el chat GPT y su impacto en la educación, por ejemplo, recientemente el profesor, filósofo y lingüista Noam Chomsky (1928, Filadelfia, Estados Unidos),  reconocido por sus contribuciones al estudio del lenguaje humano, en una entrevista en el canal de YouTube EduKitchen, https://www.youtube.com/watch?v=IgxzcOugvEI catalogó el chat GPT como un “plagio de alta tecnología” y “una forma de evitar la educación” opiniones como esta dan cuenta de una preocupación desde el ámbito académico por salvaguardar la esencia misma de la educación. Sin embargo, como en todo debate, el control al plagio también tiene una cara mucho más positiva que en gran medida deja ver los beneficios especialmente para el sector académico, en ese sentido diferentes actores como editoriales universitarias, revistas indexadas y grupos de investigación defienden el control del plagio como una herramienta que respeta la originalidad y el trabajo de los autores.

Algunos de estos beneficios incluyen factores claves como la protección de los derechos de autor y la credibilidad misma de una publicación, que determinan la garantía de estándares de calidad y ética en la investigación y la publicación académica. En consecuencia, se  beneficia a la comunidad científica en su conjunto y se fomenta una cultura de respeto y reconocimiento a la labor de los investigadores.

Por qué es importante hacer un control del plagio adecuado y en justa medida

Desde la Red Nacional Académica de Tecnología Avanzada RENATA como una corporación que dirige sus esfuerzos a  conectar la tecnología y la innovación con la comunidad académica e investigativa, entendemos la gran importancia de promover una cultura de aprendizaje que respete la autoría, la originalidad pero que pueda crear lazos con la tecnología y con los avances y oportunidades que ofrece la IA.

Es por ello que RENATA, le ofrece a sus instituciones afiliadas la posibilidad de acceder a servicios de control del plagio que además de verificar y asegurar la originalidad de los documentos le permite a la comunidad universitaria fomentar una cultura de valor hacia el respeto de la autoría, lo que le aporta credibilidad a la producción intelectual de docentes, estudiantes y colaboradores.

Para lograr ese equilibrio entre el auge de la IA  y la educación, el control del plagio debe entenderse como una ventaja y no como una prohibición, estas son algunas de las razones por las que hacer un control de plagio adecuado es una estrategia eficaz que contribuye a la educación:

Calidad de la investigación: al identificar y eliminar el plagio, se mejora la calidad de la investigación y se evita la publicación de trabajos de baja calidad o que no contribuyen significativamente al conocimiento científico.

Credibilidad de la publicación: el uso de herramientas de detección de plagio en editoriales y revistas indexadas aumenta la credibilidad de las publicaciones, ya que muestra el compromiso de estas instituciones con la integridad académica y la ética de la investigación.

Protección de los derechos de autor: el control de plagio ayuda a proteger los derechos de autor, evitando que su trabajo sea utilizado sin permiso o atribución inadecuada.

Promoción de la cultura de citación y referenciación: al requerir que los autores citen adecuadamente sus fuentes y referencias, el control de plagio fomenta una cultura académica de respeto a la propiedad intelectual y la atribución adecuada del conocimiento.

Prevención del autoplagio: además de detectar el plagio de fuentes externas, el control de plagio también puede ayudar a prevenir el autoplagio, es decir, la republicación de trabajos previos sin citar adecuadamente la fuente original.

La generalización del uso de Inteligencia Artificial Generativa plantea desafíos significativos para el control de plagio y la integridad académica en editoriales universitarias y grupos de investigación. Si quiere saber más sobre control y prevención del plagio, contáctenos ahora y pida aquí una asesoría gratuita.